4. La leche y los derivados lácteos
Consumir lácteos tiene un efecto muy positivo en el estado mental de las personas, tal y como ha demostrado un estudio realizado en la Universidad de Binghamton (Estados Unidos). En el caso concreto de la leche de origen animal, ésta contiene triptófano, un aminoácido que es especialmente relevante en la síntesis de serotonina, además de ser especialmente utilizado para tratar la depresión o los diferentes trastornos de sueño. Además, la leche también es una fuente importante de vitamina D -cuyo déficit está relacionado con la depresión- o de ácidos esenciales como la fenilalanina, utilizada en medicina para aumentar el nivel de endorfinas o como un analgésico natural que disminuye el dolor.