Conclusión

Si no estás acostumbrado a dormir sobre tu lado izquierdo, necesitaras un poco de esfuerzo para ponerte cómodo. Trata de dormir con una almohada entre tus rodillas o en tu espalda para evitar que te gires. Otro truco, si tu pareja lo permite, es cambiarte de lado en la cama. Esto fuerza a tu cerebro a escoger cual es la mejor posición.

Como sea que lo logres, el dormir sobre tu lado izquierdo tiene muchos beneficios y podría ser la clave para ese sueño rejuvenecedor que tanto has deseado.




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